martes, 7 de julio de 2009

Es lo que tiene estar un día en la playa a treinta y cinco grados tomando el sol, y tres días después en el Pirineo a más de dos mil metros, tormenta brutal incluída. Resultado final: faringitis.
Aplaudamos, que el jueves será maravilloso pasarse 12 horas en un tren con aire acondicionado polar...

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