jueves, 5 de noviembre de 2009

Ayer antes del examen estuve escuchando unas mil veces Restos de Stock -tienes que medir si vale la pena, si volverás a confiar en mí...- mientras miraba como aquel chico de flequillo pasaba compulsivamente las páginas del libro, haciendo incapié en el capítulo de las señales. No lo volví a ver hasta la salida, y a la vuelta, se sentó a mi lado en el autobús. Tenía la mirada triste, o quizá es que la música de Kings of Convenience -There's a little bit of me inside you, gathering what you've lost -que yo escuchaba en ese momento lo tiñe todo de una melancolía irreal... Sí, es posible que sea esto último. Espero que él aprobara el examen, yo lo hice, me he enterado esta mañana y mi madre se ha vuelto histérica: me ha llenado de besos y ha preparado uno de mis platos favoritos para comer, mientras yo, empujada por la alegría del momento, lo he hecho: me he matriculado.

1 comentario:

-Nando- dijo...

Felicidades.

Yo también espero que aquel chico aprobase. Una pena que tus pensamientos no le llegasen. ¿no crees?

Un abrazo :)